26 de diciembre de 2011

Reto de Velientes

Es la historia de cuatro policías que se enfrentan con un desafío mayor a los que encuentran en las calles y que ninguno de ellos está preparado para afrontar: La paternidad. Con la ayuda de Dios, buscan la manera de servir y proteger a sus familias.

7 de noviembre de 2011

Dios no se equivoca

Hace mucho tiempo, en un reino distante, un monarca no creía en la bondad de Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa verdad. En todas las situaciones decía:

¡Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se equivoca!

Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó. El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que Su Majestad perdiese el dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le preguntó a este:

Y ahora, ¿qué me dices? ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido atacado, y no hubiera perdido mi dedo.

El siervo respondió:

Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás eso, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es perfecto. ¡Él nunca se equivoca!

El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda más oscura y más fétida del calabozo.
Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.

Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso:

¡Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!

Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió que fuera a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo:

¡Querido siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos.
Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que estuvieses preso, que tanto lo defendiste? El siervo sonrió, y dijo:

Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría sido sacrificado en su lugar, ¡ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto, acuérdese siempre: ¡todo lo que Dios hace es perfecto, él nunca se equivoca!
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
Romanos 10:11
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado

1 de mayo de 2011

Un realizador de sueños


Mucha gente conoce la bondad de Dios pero no la disfruta, yo no tengo que enseñarles a ustedes a soñar, Dios les ha enseñado a soñar, quiero mostrarles el camino para que esos sueños se hagan una realidad.

En La Biblia siempre vamos a encontrar verdades absolutas, por ejemplo, la existencia de Dios, la resurrección de Cristo, la bondad de Dios, La Biblia no trata de demostrar y convencernos de estos hechos. Mucha gente conoce la bondad de Dios pero no la disfruta, yo no tengo que enseñarles a ustedes a soñar, Dios les ha enseñado a soñar, quiero mostrarles el camino para que esos sueños se hagan una realidad.

Una cosa es soñar y otra es ver los sueños realizados, todos soñamos, queremos una mejor casa, un buen matrimonio, que nuestro hijos amen y sirvan a Dios, que nuestra iglesia sea próspera y bendecida, eso es bueno porque Dios quiere que seamos personas que sueñen, el que es libre puede soñar, desde que el Señor nos hizo libres se desató en nosotros la condición y habilidad de soñar cosas más grandes, la diferencia entre un soñador y realizador son los resultados, nada hacemos con soñar, si los sueños no se convierten en realidad, todos los sueños se van a convertir una realidad, porque para nuestro Dios no hay nada imposible.

1 Samuel 26:25 Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar.

En esta escritura encontramos los tres rasgos que distinguen a los soñadores de los realizadores.

Un realizador será reconocido como un emprendedor.
Lo primero que le dice Saúl a David es “Sin duda emprenderás” y ese es el desafío para nuestra sociedad, vivimos en una sociedad sin sentido, sin sueños, que no quiere conquistar, arrebatar, una sociedad que está frustrada, por eso siempre digo que el conformismo mata, anula; nosotros como hijos de Dios debemos desatar en nosotros una santa inconformidad, saber que hay algo todavía mejor, que algo mayor viene, que si hasta hoy hemos visto la gloria de Dios todavía falta más. ¿Cuánto es mucho para Dios? Dios es la fuente inagotable de toda buena dádiva, de todo don perfecto y de todo lo que viene de lo alto.

La Palabra de Dios dice que todo lo que emprendamos va a prosperar, la primera gran pregunta es: ¿Qué estás emprendiendo? Hay personas que sólo esperan en el Señor no hacen nada, no tienen planes; si alguien tiene desafío para soñar en grande es el hombre y mujer que ha nacido de nuevo porque sabe que Dios es grande, su mano es poderosa y que Dios todavía a penas está empezando a hacer lo que se ha propuesto hacer en nuestras vidas, cosas mayores vendrán si aprendes a esforzarte; esfuérzate y sé valiente.

¿Qué estás emprendiendo? Si no hay un sueño, un reto o un desafío en tu vida el Espíritu Santo va a poner en tu corazón una sana insatisfacción, vas a querer y a esperar algo más, Dios quiere bendecirte en un nivel superior. ¿Qué has emprendido para que Dios lo bendiga y prospere? Dios nos creo, sabe de lo que somos capaces, él es nuestro creador, nos creó a su imagen y semejanza, él conoce nuestro potencial, todo lo que necesitas para ver puertas abiertas lo tienes en ti, Dios lo puso en ti, Dios sabe que lo puedes lograr.

El emprendedor es desafiado por Dios y también es reconocido por sus enemigos. En este pasaje el que reconoce las cualidades de David es su más acérrimo enemigo, Saúl, Saúl estaba buscando a David para matarlo, en capítulos anteriores se puede ver cómo David le perdona la vida a Saúl, entonces Saúl reconoce las cualidades de David y le dice “Sin duda emprenderás cosas grandes”. Cuando hay un hombre o una mujer emprendedora que se atreve a creerle a Dios y se propone prosperar en todo lo que emprenda aún sus enemigos tendrán que reconocer que Dios está con ellos, que Dios los lleva de la mano y que irán de victoria en victoria.

Un realizador será reconocido como un soñador
¿Cuáles son las cosas por las que tú estás soñando? No sólo debes esforzarte, reconocer el potencial que hay en ti, también debes soñar, necesitas un sueño. Sueños de bendición, de prosperidad, de una casa, profesión, familia, Dios te da sueños, no sueños pequeños, sueños grandes. Dios quiere darte sueños, el confía en ti, tiene expectativas en ti, te está tomando en cuenta porque lo que hay en tu corazón Dios lo puso, él los ha sembrado con su mano, por eso si quieres ver lo que nunca has visto vas a tener que hacer cosas lo que nunca has hecho. Los sueños de Dios te provocan a hacer cosas locas, Dios no te habla con la lógica, te habla con su grandeza y poder, el lenguaje de Dios son los sueños y las visiones, si tienes un sueño es Dios hablándote. Si Dios nos pone a hacer cosas locas es porque esas cosas locas activan la palabra de Dios, es lo que llamamos actos proféticos; si empiezas a soñar con un carro ve y compra un llavero para las llaves, si sueñas con viajar ve a arreglar tu pasaporte, activa tu fe con actos proféticos. Dios te va a revelar, te va a dar sueños, no tengas temor de que te tilden de loco, Dios te bendecirá y prosperará.

Cuando empieces a actuar como Dios actúa entonces verás suceder lo que Dios ha dicho, nuestro fundamento es la palabra de Dios porque la palabra de Dios permanecerá para siempre. Cosas grandes, lo que Dios planifica es grande, estamos soñando con el Estadio Mateo Flores lleno, con una gran cosecha de almas, estamos soñando con un templo para más de 12,000 personas, esos son los sueños de la casa y déjame decirte que los sueños de la casa se van a cumplir junto con los sueños de los hijos de la casa. La segunda pregunta es: Si los sueños de esta casa se van a cumplir con los de los hijos ¿Te sientes hijo de esta casa? Si es así, la bendición, la unción, la gloria y la prosperidad de esta casa también es para los hijos.

Lucas 15: 26-32 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

El hermano del hijo pródigo no se sentía parte de la casa y hay tres cosas que pasan cuando alguien no se siente parte de la casa.

- No saber lo que está pasando. No hay nada que robe más lo que Dios te quiere dar que ignorar lo que está pasando. Muchos se pierden la bendición por no saber lo que está pasando.

- No querer. V. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. El no quería entrar a la casa. Muchos dirán: ¿Para que ir al estadio? ¿Para qué irme a un encuentro? ¿Para qué involucrarme en el Modelo de Jesús? Si no quieres la bendición nadie puede obligarte.

- No aprovechar. El V. 30-31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. En otras palabras le decía “hijo aprovecha”. Aprovechen este es el tiempo de cielos abiertos para esta casa y para los hijos de esta casa.

Un realizador será reconocido como un conquistador.
“Y prevalecerás”, esto nos demanda un cambio de actitud, David haciendo un recuento de su vida en 1a. Samuel 17 dice “Yo era pastor de ovejas” yo ERA, si nosotros no cambiamos nuestra mentalidad es poco lo que Dios puede hacer en y por nosotros, no conozco tu contexto, no sé si no tuviste las oportunidades que otros han tenido, lo único que sé es a dónde vas, David decía “Yo era pastor de ovejas dijo David, pero ahora le he creído a Dios que soy el dulce cantor de Israel, soy un rey, vivo como un rey”. No sé de dónde vienes pero vas hacia la grandeza de Dios, eso se llama destino, tenemos un destino de gloria, lucha por eso, no dejes que nada ni nadie te robe eso porque eso te hará caminar por una senda diferente. Cuando hablamos de destino hablamos de dos cosas, - Lo ineludible - es decir, “Si alguien lo tiene que hacer voy a ser yo, si alguien tiene que levantar el negocios seré yo” y la segunda es – Lo impostergable – es decir, “Tiene que ser AHORA, voy a soñar, voy a creer
Autor. Cash Luna

13 de abril de 2011

No Te Rindas


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti - No te rindas

1 de marzo de 2011

EL VALOR DE LA MUJER



Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:

Tomo la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.

Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.

Después de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!


Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.

Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por  favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!


Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para ti, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...

24 de febrero de 2011

ASAMBLEA EN LA CARPINTERIA

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.

Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.

¿La causa? Hacía demasiado ruido!.

Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija.

Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.

Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un fino mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.

Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

- "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades.

Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán.

Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa.

En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.

Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo. Pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

"T.G.W. Lab. Corp."

22 de febrero de 2011

El plan de Dios


En el principio, Dios creó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén. El hombre tenía una relación con Dios y caminaba a su lado, y Dios tenía un plan para la vida del hombre:    “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

Dios quería darnos vida eterna, puesto que Él es un Dios de vida que hizo todas las cosas que existen. Pero se presentó un problema, el hombre falló y desobedeció (pecó): “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). En efecto, no existe ningún ser humano que pueda decir que no ha pecado y como primera consecuencia de esa desobediencia nuestra relación con Dios se rompió, ya que Dios no puede tener relación con el pecado.

Pero esa desobediencia tuvo una segunda terrible y letal consecuencia para nosotros: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23). La consecuencia del pecado del hombre fue la muerte, no sólo física, sino también espiritual, porque la muerte no es sino la separación (eterna) de Dios, así que delante de Dios estamos muertos en nuestros delitos y pecados…

Es por esta razón que el ser humano siempre está descontento y es infeliz, porque en el fondo está buscando la manera de llegar nuevamente a Dios. Nada en este mundo puede llenar esa vacío que toda la gente, inclusive tú mismo, tiene en su corazón, porque está separado de Dios y sin Él simplemente vemos la inutilidad de nuestras vidas: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma” (Marcos 8:36). Por muchas propiedades que uno tenga, por muchos amigos o amores, por muchos viajes o estudios, siempre habrá algo que nos hará falta y ese algo que nos falta es precisamente tener una relación con el único Dios vivo y verdadero.

Pero en un esfuerzo humano, tratamos de tender inútilmente puentes que nos lleven a Dios, ya sea a través de tener algún tipo de conducta moral, de practicar alguna religión, o de hacer buenas obras. Nada de esto sirve. Por más que lo intentemos siempre nos quedaremos cortos, siempre habrá algo que nos faltará; jamás podremos tener una justicia perfecta a los ojos de Dios…

Sin embargo, hay una esperanza. La Biblia nos dice que hay un medio por el cual podemos alcanzar a Dios, alcanzar salvación: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8,9). Nadie puede comprar la salvación, ni tampoco puede hacer buenas obras para obtenerla. La salvación es un don (regalo) de Dios, el cual se nos da inmerecidamente (por gracia) a través de la fe. La salvación no podemos ganarla, pero Dios en su infinito amor nos la da gratuitamente, como un regalo.

Reflexionemos un momento. Tú, yo, todo el mundo, somos pecadores y tenemos un problema respecto a la muerte. En este punto el panorama es devastador. A causa de tus pecados se abre ante ti una eternidad separado de Dios… ¿Existe una solución a tu problema?

¡Por supuesto! La solución es Cristo: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Así es, alguien tenía que pagar el precio de nuestros pecados y ese alguien es Cristo Jesús quien al venir a morir en la cruz y pagar por tus pecados y por los míos, restablece esa relación que había originalmente con Dios y permite que podamos tener acceso al plan de vida abundante (eterna) que Dios quería para nosotros desde el principio de la creación. Nada de lo que nosotros hagamos nos puede llevar a Dios, pero Dios es quien se acerca a nosotros, pues al mandar a su Hijo unigénito a morir por nuestros pecados, permite que nosotros podamos tener una esperanza y ser salvos.

Seguramente te preguntarás: ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué pagó Dios por mis pecados? La respuesta es simple y conmovedora: Porque te ama “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Dios te ama y por eso decidió salvarte y no sólo eso, sino hacerte su hijo: “Mas a todos los que le recibieron [a Jesucristo], a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Efectivamente, Dios no sólo quiere que vivas eternamente, sino que seas su hijo, pero recuerda, no basta con creer, tienes que recibirle, para que de esta manera puedas cumplir la voluntad de Dios.

¿Cómo podemos recibirle? La respuesta está en Apocalipsis 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Recuerda, es tu decisión. Cristo Jesús está llamando a la puerta de tu corazón y depende sólo de ti la respuesta que le des. A lo largo de su ministerio, muchos hombres se encontraron con Jesucristo en su camino y cuando se lo permitieron Él cambió sus vidas para bien. Si quieres abrir la puerta y recibirle, puedes hacerlo por medio de una oración. Hazla en voz alta con fe:

Señor Jesús: Reconozco que soy un pecador y que a causa de mis pecados merezco ir al infierno; por eso me arrepiento y te pido perdón humildemente porque ahora se que en tu infinito amor, tú pagaste en la cruz por todos mis pecados, por lo cual te acepto como mi Señor y Salvador personal y acepto el don de la vida eterna. Amén.


Si hiciste esta oración confesando que Jesús es el Señor, si te arrepentiste de tus pecados y crees en tu corazón que Dios levantó a Jesús de los muertos, has hecho bien, pues hoy naciste de nuevo. Ahora, sólo te falta que asistas a una iglesia donde se predique a Cristo crucificado y resucitado, un lugar donde puedas conocer la voluntad de Dios y seguir su camino, porque puedes tener la certeza de que algún día, ya sea mas tarde o más temprano, todos vamos a presentarnos ante la presencia de Dios, ¡y qué difícil será para aquellos que le rechazaron y se negaron a oír su voz!

Acércate a una iglesia o grupo cristiano, para que sigas creciendo y conozcas más del Dios verdadero.


Tomado de Conoceréis la verdad y las verdad os hará libres